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“Me levantaré todas las veces que sea necesario”,   frase constante en la lucha y vida de María Margarita Gamboa y Magali Itriago.

María, con un montón de apodos y sobrenombres, es la hija única de Magali. Ella  tiene 9 hermanos del alma y una cantidad de primos y amigos que gozan de la suerte de ser parte de su vida. En el año 2007, y luego de sobrevivir un cuadro de neumonía y otros males que la tuvieron en coma, María fue diagnosticada con esta enfermedad rara llamada Escleroderma Sistemática. Dicho desorden inmunológico le produjo fibrosis pulmonar, un proceso degenerativo irreversible que disminuía la capacidad de respirar de María.

Desde principios de septiembre del 2011 y hasta el 24 de diciembre del 2014, día en que recibió un trasplante doble de pulmón, María estuvo conectada a concentradores y tanques de oxígeno para poder respirar. Este fue el período en que su capacidad de hacer vida cotidiana fue disminuyendo al punto de quedar totalmente dependiente de asistencia física para toda actividad como ir al baño, bañarse, comer, etc.  Magali es su madre, su enfermera y volvió a ser su niñera y guarda 24/7.

En paralelo, María y Magali crearon la fundación “Respirar Es Vivir” con la que comenzaron un largo proceso de levantar los fondos para pagar el trasplante a la vez que iban educando, informando y creando una red de apoyo para las personas con estas  condiciones u otras similares. Esta fundación evolucionó para apoyar otros casos como los de María.

Magali estuvo allí para ella. Magali sigue allí para ella. Y dice María, “yo sin ella no soy nadie”.

Y siguen juntas en su lucha contra la Escleroderma. Con alegría, rodeadas de amigos, familia, seguidores, positivismo y amor. Estas mujeres son amantes de la vida, luchadoras innatas y grandes creyentes. No hubo diagnóstico que destruyera su fe, y después de haber sido rechazada por varios centros de trasplante en el mundo, hoy son sobrevivientes de un trasplante doble de pulmón.

Y por favor no olviden que #LaVidaEsBella #RespirarEsVivir